En las dos anteriores entradas he intentado dar a conocer mi profesión: la Fisioterapia. Y ya no solo definiéndola, sino que diferenciándola.
Sin embargo he dejado un tema candente en el aire:
¿Qué es Fisioterapia? ¿Qué es Osteopatía? ¿Qué es Quiropráctica?
Tanto la Osteopatía como la Quiropráctica son dos disciplinas médicas desarrolladas en Estados Unidos a finales del siglo XIX. De hecho, es en este país donde gozan de un estatus más desarrollado, siendo erigidas como una especialidad médica como puede ser la Cardiología o la Traumatología.
Pero, ¿qué pasa en el resto del mundo?
Según la OMS, ambas disciplinas están englobadas dentro de las prácticas de Medicina Tradicional y Complementaria (MTC). Por ello, en 2013 publicó La estrategia de la OMS sobre medicina tradicional 2014-2023 con el fin de "prestar apoyo a los Estados Miembros para que aprovechen la posible contribución de la MTC a la salud, el bienestar y la atención de salud centrada en las personas, y promover la utilización segura y eficaz de la MTC mediante la reglamentación de productos, prácticas y profesionales."
Mediante este documento, se reconoce la existencia de ambas como disciplina médica, con un cuerpo de conocimiento y se asienta la base para una posible regulación formativa que será desarrollada por cada país.
Asimismo, en su documento Directrices sobre formación básica e inocuidad en Quiropráctica de 2005, la OMS estableció que la formación mínima que un Fisioterapeuta debería seguir para poder ejercer de forma segura la Quiropráctica se sitúa en 2205 horas, es decir, cerca de 3 años lectivos a tiempo completo, y en caso de no ser fisioterapeuta, la formación en ningún caso es inferior a 5000 horas de formación universitaria. Así, países como Portugal, Francia, Italia, Suiza o Bélgica ya la consideran como profesión sanitaria, y otros como Canadá, EEUU, México, Namibia, los EAU, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Finlandia, Dinamarca, Noruega o el Reino Unido incluso la incorporan en su sistema nacional de salud.
Por otro lado, la Osteopatía está presente como profesión independiente en países como EEUU, donde existen unas 80 facultades universitarias; en el Reino Unido existe como profesión regulada y homologada desde 1993; otros países cercanos como Irlanda, Francia, Bélgica, Portugal o Suiza cuentan con una ley estable que la regula como profesión y como estudios reglados.
Así, ante esta falta de unanimidad normativa, y amparados por el documento publicado por la OMS Parámetros para la formación en osteopatía, en 2015 se publica la UNE-EN 166686, Norma Europea generada desde el consenso de 33 europeos miembros de la CEN (Comité Europeo de Normalización) y publicada en el BOE en Enero de 2016, en la que se define a la Osteopatía como una "disciplina de asistencia sanitaria de primera intención y centrada en el paciente" y en la que se incluyen dos posibles rutas de formación en osteopatía igualmente válidas:
Programa Tipo I (programa completo sin formación sanitaria previa): mínimo 4.800 horas, incluyendo al menos 1.000 horas de práctica y formación clínica supervisada.
Programa Tipo II (programa con formación sanitaria previa): 2.000 horas realizadas en un mínimo de cuatro años, incluyendo como al menos 1.000 horas de práctica y formación clínica supervisada.
Pese a esta normativa europea, en España nadie puede ser considerado como Osteópata o Quiropráctico. Tal y como comentamos en la entrada anterior, según el marco legal español, es competencia exclusiva del Fisioterapeuta el ejercicio tanto de la Quiropráctica como de la Osteopatía, lo cual no significa que exista la profesión de osteópata o quiropráctico como tal, sino que únicamente son herramientas terapéuticas que puede emplear un/a fisioterapeuta. Esta situación difiere de la inmensa mayoría de países de nuestro entorno, que han optado por legislar estas tres disciplinas de manera independiente.
En adición, la libertad de circulación de profesionales en el interior de la UE, según la Directiva 2014/54/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de abril de 2014, es uno de los pilares que España se ha comprometido a garantizar. No obstante, según la normativa española actual, l@s profesionales de la osteopatía o la quiropráctica habilitados en otros países no son reconocidos como tal en el nuestro.
En conclusión, las directrices están claramente definidas. Sin embargo, España no está cumpliendo con la normativa europea, contribuyendo con ello a una confusión que favorece, por una parte, el intrusismo profesional de no-fisioterapeutas con supuesta formación en osteopatía o quiropráctica, y por otra, el desamparo legal de muchos profesionales formados y reconocidos en otros países.
Todo esto nos hace pensar que aún quedan capítulos por escribir sobre este tema.
Si la Medicina es la ciencia que da años a la vida,
la Fisioterapia es la ciencia que da vida a los años.
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