¿Masaje? ¿Corrientes? ¿Calor?...
De un tiempo a esta parte, se escucha a cada vez más gente que acude a su "fisio" a "arreglarse la espalda", a "darse un masaje" o a "descargar piernas".
Pero fisioterapia es más que eso.
La OMS la definió en 1958 como "la ciencia del tratamiento a través de: medios físicos, ejercicio terapéutico, masoterapia y electroterapia. Además, la Fisioterapia incluye la ejecución de pruebas eléctricas y manuales para determinar el valor de la afectación y fuerza muscular, pruebas para determinar las capacidades funcionales, la amplitud del movimiento articular y medidas de la capacidad vital, así como ayudas diagnósticas para el control de la evolución". Aunque ya han pasado unos cuantos años, es una definición que refleja todos los puntos de los que se compone esta profesión.
Es ciencia y, como tal, se constituye como una rama del saber humano, cuyos conocimientos son objetivos y verificables, esto es, la obtención de los mismos han requerido una metodología establecida basada en la observación y la experimentación y que pueden ser reproducibles.
Es tratamiento, ya que se configura como un "conjunto de medios que se emplean para curar o aliviar una enfermedad".
A través de medios físicos, puesto que se sirve principalmente de la mano del fisioterapeuta, pero también se ayuda de otros agentes físicos como son las corrientes eléctricas, el agua, el calor, el frío, campos magnéticos y un largo etcétera.
Tiene capacidad de valoración, diagnóstico, evaluación y pronóstico.
Asimismo, la WCPT (Confederación Mundial por la Fisioterapia), en 1967 definió a la fisioterapia como “uno de los pilares básicos de la terapéutica de los que dispone la medicina para curar, prevenir y readaptar a los pacientes; estos pilares están constituidos por la farmacología, la cirugía, la psicoterapia y la Fisioterapia”. Y, de manera más concreta, como el “arte y ciencia del tratamiento físico, es decir, el conjunto de técnicas que mediante la aplicación de agentes físicos curan, previenen, recuperan y readaptan a los pacientes susceptibles de recibir tratamiento físico”.
De esta forma, se completó la definición, considerando a la fisioterapia como pilar de la medicina y abrió puerta a hacerla parte del equipo multidisciplinar.
Todos los sanitarios, y no solo los médicos, hacemos medicina.
Es un arte puesto que es una "capacidad, habilidad para hacer algo".
Cura pues recupera la salud.
Previene pues evita la patología.
Y, readapta pues contribuye a conseguir la funcionalidad necesaria para alcanzar el estado más adecuado de salud posible.
Y, en España, ¿qué es fisioterapia?
Según la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias (Ley 44/2003 de 21 de noviembre) le corresponde al fisioterapeuta titulado universitario "en Fisioterapia la prestación de los cuidados propios de su disciplina, a través de tratamientos con medios y agentes físicos, dirigidos a la recuperación y rehabilitación de personas con disfunciones o discapacidades somáticas, así como a la prevención de las mismas." Y esto sí que ha sido el establecimiento del fisioterapeuta como profesional de la salud, ya que es definido como estudio universitario diferenciado de otras disciplinas y requisito para la ejecución de sus competencias.
En conclusión, a pesar de ser una profesión relativamente joven (la primera promoción de fisioterapeutas en la universidad, finalizaron sus estudios en la Universidad de Valencia en 1986), la Fisioterapia es ampliamente reconocida como disciplina de la medicina con competencias exclusivas y diferenciadas. Esto es importante, ya que, el intrusismo es uno de los problemas actuales y que trataré en la siguiente entrada del blog.
Si la Medicina es la ciencia que da años a la vida,
la Fisioterapia es la ciencia que da vida a los años.